Vivamos con felicidad y orgullo los años que tenemos y los que vienen

Redacción: Sandra Villarreal

Que la edad no define nuestra felicidad, estamos en la edad correspondiente y en la mejor que hemos vivido, los años no hacen a nadie más feliz o menos feliz, por el contrario la postura y los ideales que creamos frente a la edad si lo pueden hacer.

Vivimos en una cultura que busca la fórmula mágica de la eterna juventud, como en los cuentos de hadas, pero debemos pensar que la edad llega y tienen unas condiciones distintas de acuerdo al estado de salud y bienestar de cada uno. Envejecer no es malo, hace parte del ciclo de la vida y ningún producto nos puede devolver en el tiempo.

Estamos en una cultura en la que no apreciamos a las personas mayores. En otras culturas como en la asiática valoran a sus abuelos por ser sabios y conocedores del mundo, son a quienes más se les reverencia por esta razón, otros son nuestros ancestros indígenas quienes veían el mundo a través de las historias y tradiciones de sus abuelos,  a diferencia de nuestra cultura actual en donde los tratamos como personas inútiles y sin poder de decisión.

Volviendo al tema de la fórmula mágica, hay que hacer una revisión en este tema pues ese elixir milagroso está dentro de nosotros y lo podemos evidenciar en la forma en que valoramos el tiempo presente, que es el único tiempo real que tenemos y no nos permitiremos permanecer en un pasado o futuro inexistentes. 

La vejez no es solo tener canas y arrugas, es ver la vida de una forma diferente, hacer las cosas de otra forma en donde la sabiduría y la experiencia ya no nos permiten sentir miedo, incertidumbre o vergüenza. Es un momento de la vida en donde la soledad ya no hace parte de nuestros pensamientos porque sabemos que nos tenemos a nosotros mismos y que quienes están con nosotros lo hacen por amor sin permitirnos hacer juicios de los que ya no nos acompañan. 

Vivir jóvenes eternamente es posible desde el cuidado de nuestros pensamientos y desde el momento en que nos permitirnos disfrutar cada instante que tenemos sin pretender anhelar estar en otro lado o tiempo para ser felices.

Seamos felices hoy para ser felices mañana también.

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